Una de las asistentes al Seminario de esta semana se llama Magdalena Rodriguez Franco.
Normalmente todas las personas que aparecen en mi blog omito su nombre (o lo cambio, por aquello de la protección de la identidad).
Esta vez quiero ponerlo en negritas, no lo olvides: MAGDALENA RODRIGUEZ FRANCO.
Razón?
Solo una, el último día coincidimos en la mesa y platicamos largamente.
Ella es una de las pocas mujeres que ha hecho algo que yo admiro profundamente. Adopción.
Si la miras, no tiene gran presencia física, pero hay algo en ella que inmediatamente te hace reconocer que es especial. No muy alta, no muy bajita, no muy blanca, no morenita, no bonita, no fea, no gordita, no flaca: Totalmente "X" para los estándares de la belleza actual.
Tiene 15 años de matrimonio, y 2 "siendo madre", a los 13 se dió por vencida de tener un hijo biológico, y decidió adoptar una pareja, una niña de 9 años, y un niño de 4. Hijos biológicos de una "mujer" (comillas indican que quizá no merezca el título), de la sierra de Guanajuato, madre soltera, que dejaba a sus hijos encerrados por días, sin dejarles que comer. Los vecinos la denunciaron.
El procedimiento normal señala que se habla primero con la madre, si ella no corrige el camino, le quitan los niños y los entregan a familiares, si los familiares no los quieren, van a dar a un orfanato, y la madre tiene que firmar una renuncia de "paternidad" para que puedan ser dados en adopción.
Este par de niños pasó por todo eso, encima del encierro, el maltrato y la carencia de amor, se enfrentaron al rechazo de su familia cercana (quien querría cargar un par de escuincles???), a la frialdad de un orfanato y a la firma de un documento donde claramente les dicen "no quiero ser tu madre".
Y Malena, como le gusta que le digan, esperó pacientemente un año de exámenes, test psicológicos, socioeconómicos, documentales, y mil requisitos más, para que le dieran a estos niños.
Finalmente lo consiguió.
Tiene 2 años de ser madre, 2 años que un par de sonrisas le han cambiado la vida, le han dado la oportunidad de demostrar todo ese amor que se guardó por tanto tiempo, de trabajar por una causa, de tener un motivo para regresar a casa después de una jornada de trabajo, de investigar carteleras infantiles, de buscar parques de diversiones, de mirar catálogos para niños, de buscar escuelas y revisar tareas, de llevar un vaso de leche con galletas por las madrugadas, de contar un cuento.... de ser una mami.
Y tiene 2 años que el futuro de dos niños ha cambiado para siempre. Para bien. 2 años de tener amor, de poder decir "te amo mamá", de tener una cama calientita, de oir un cuento en vez de gritos, una canción de cuna en vez de reclamos, de sentir un abrazo en vez de la soledad y el encierro.
Este post está dedicado a una mujer valiente. Una mujer que admiro y respeto. Una mujer por la cual me levanto y me quito el sombrero. Una mujer frente a la que me inclino, y de la que ´daría lo que fuera por tenerla en mi lista de amistades.
Un aplauso público querido, de pie, para MAGDALENA RODRIGUEZ FRANCO.
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