Que tiempos tan difíciles tenemos por delante!
Y ocupo nuevamente mi blogcito (para que otra cosa si no) como mi válvula de escape.
Tengo miedo. Esa sensación en la boca del estómago que hace que no puedas respirar. Que a pesar de estar haciendo una cosa u otra está ahí presente, en la sombra, acechando el menor atisbo de duda para llenarte de incertidumbre, de taquicardia, de desolación.
El maestro Montt lo retrata perfecto en su serie de la Ansiedad:
Mas o menos así me siento.
Veo a mis hijitas, y en silencio suplico que podamos cubrir sus necesidades. Veo a mi Ceyo (aka Rata Flaca, aka Husbando, aka Gerbacio), y en silencio también suplico por su bienestar (Una enfermedad respiratoria sin anginas ni adenoides + asma + hipertensión + edad no se me hace una buena idea para nadititita). Veo mi casa, estas paredes que nos han costado sangre, sudor y lágrimas.... Y que conste que no es lo material, es el esfuerzo que se le ha invertido por años..... Y vuelvo a tener miedo.
Hasta que son las 18:30 del día.
A esa hora nos estamos llamando toda mi manada extendida (mis papás, mis hermanos y sus familias) y nos ponemos a orar. Ay la oración! Tan cerca siempre y tan poco solicitada por nuestra soberbia y autosuficiencia.
Pero al menos se que en estos momentos nuestros corazones laten al unísono, todos pidiendo por lo mismo. Misericordia por estos tiempos.
Y es en este momento cuando quisiera despotricar, y sinceramente no me sale mas que agradecimiento, aún por estos tiempos difíciles que nos enseñan (espero) a de verdad poner en práctica lo que se ha cacareado toda la vida.
Espero que ustedes lo esten pasando mejor, si no, es mi oración que puedan acercarse a Dios (en la forma que lo conceptualicen) por esa paz y esa tranquilidad que sobre pasa todo entendimiento
Life is not so good :(
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