26.7.18

Descanse en Paz- Sir Fulgence

Fulito llegó a nuestras vidas hace cerca de 9 años. Teníamos apenas un par de meses de casados.
Alguien los estaba regalando porque una gata se había metido a dar a luz en su automóvil (si no mal recuerdo, un jeep), y pues prefería regalarlos en vez de dejarlos abandonados por ahí.
Me acuerdo perfecto, eran principalmente gatitos amarillos y uno gris.
Recuerdo que le pedí al esposo que adoptáramos uno, y aunque él es alérgico a los gatos, pues estaba en la etapa en la que a todo me decía que sí.
-Está bien, sólo escoge al más vivito (en realidad estaban muy pequeñitos, quizá esa recomendación la hizo pensando en la supervivencia del gatito).
Y finalmente fue por eso No hay texto alternativo automático disponible.que elegimos a Fulgencio
Era un gatito muy pequeño. De hecho, tuvimos que ayudarle por varios días a usar el arenero, pues aún estaba en la etapa donde su mamá gata los estimula para que hagan del baño, y al no haber mamá disponible, pues un cotonete húmedo hacía las veces de mamá estimuladora. 
Era tan pequeño que para comer se batía completamente toda la cara del alimento, con sus bigotes gigantes y su cara hermosa compraba a cualquiera......
Y así, rápidamente nos dimos cuenta como los principios bíblicos aplican en todos los estados, jajaja "El hijo consentido avergüenza a su madre" reza la cita.
Y si. Fulgencio se convirtió en un dolor de cabeza. "Ladilla con spikes", recuerdo que le decíamos. Era destructor, retador, alegón, desobediente, en fin, todo lo que un gato hace.
Y sin embargo, era MI gato, lo amaba y le decía "mi negro bello", y era ciertamente el más cercano a mi (Maclovio siempre está con Gerso, y la TuzaMorusa simplemente cohabita con nosotros).
Fulgencio amaba andar de pata de perro, se escapaba a la primer oportunidad que tenía, y nos hizo hacer maroma y teatro para intentar mantener sus salidas controladas, pusimos rejas en los patios de servicio, puertas que solo abren de dentro hacia afuera, cerradas las ventanas, salir a buscarlo sonando una lata de alimento, y siempre era la misma rutina..... Largos maullidos de reproche por no dejarlo salir.
Aún cuando estaba esterilizado, le encantaba andar afuera, peleando con otros gatos, disfrutando el solecito, cualquier excusa era buena, aunque no siempre era tan buena idea..... a veces había abejas!

Cuando nos cambiamos de casa, hace cerca ya de 2 años, nos preocupaba particularmente sus salidas, pues a sus entonces 7 años, no estábamos seguros de como controlar ese aspecto, por lo que compramos localizadores de GPS (carísimos de parís que sirvieron para un carajo y están botados al final de un cajón, pero bueno). 
Total que la casa nueva era en realidad un paraíso terrenal, puesto que esta rodeada de muchos terrenos baldíos, llenos de lagartijas, ratoncitos, una que otra víbora colada por ahí, muchos insectos, conejos silvestres y tlacuaches. 
2 de mis 3 gatos se hicieron expertos en esperar a que llegara la señora que nos ayuda en casa (a las 7 am), para en cuanto abriera la puerta, salir disparados para retozar en los baldíos, regresar a tomar una siestecita por ahí del medio día, y aprovechar cualquier apertura para nuevamente salir a la libertad. 
Era muy chistoso, pues había días que no salíamos para nada, y por ende, Fulgencio tampoco, y era una sonata de maullidos interminable, mal humor, agredía a los otros dos gatos en su enojo, en un intento de "no me importa quien me la hizo, sino quien me la pague", y al otro día, cuando nuevamente volvía a abrirse la puerta, aprovechar y tardar mucho más tiempo del necesario en volver.
Poco a poco nos fuimos habituando a esa rutina, y de repente ya era normal que prácticamente diario, teníamos en el garaje sus premios de caza:  lagartijas gordas, bichos mordisqueados, ratoncitos difuntos..... Incluso una ocasión hasta una ardilla pesco!!!! Pero esa sí alcanzamos a verla antes que le diera cran, y se la quitamos...... Con la consabida molestia gatuna.
El carácter de  Fulito era sumamente especial. El típico niño malcriado y respondón. Más de una vez me llamaron porque pensaban que estaba perdido, y como trae su placa, plus que se dejaba agarrar de todo el mundo..... iba yo corriendo a "rescatarlo". Más tardaba yo en meterlo que Ful en volverse a salir. Era un gato feliz.
Estaba muy delgado, pienso que no le gustaba tanto la comida de gatos, y aprovechaba cualquier descuido para subirse a la barra de la cocina y robar comida, incluso aquella que los gatos no comen (por ejemplo comida picante). Era un gato feliz, libre, malcriado y consentido, porque claro está que la palabra "LIMITES" se la pasaba por donde mas feo le huele......
Hasta este viernes.........
Aprovechamos una salida familiar y salimos a pasar unos días a Morelos, Gersi tenía demasiado trabajo y no nos acompañó. Así que se quedaron un casa el esposo, los gatos y los peces.
Apenas íbamos llegando a la casa de Morelos, cuando revisé mi celular para avisar, cuando por costumbre me puse a leer los mensajes de los vecinos..... Y mi sangre se congeló.

"Buenas tardes, mi esposo escucho ruido en la cochera y vio dos perros, al parecer ferales, que atacaron un gato, el gato murió, esta en la cochera de mi casa, en el número X"

Adjunta venía una foto. Y ahí,  con su collar y sus placas, y su pequeño cuerpo gris, yacía mi pequeño.

De repente empece a temblar, no sabía hacia donde caminar.... Tenía un nudo en la garganta y mis ojos llenos de lágrimas.... Como pude le marqué a mi esposo. Apenas me contestó el teléfono (había bajado a la oficina), lo primero que pude decirle fue "Acaban de matar a Fulito"....
Corrió de regreso a casa, y la vigilancia del cluster ya había recogido su cuerpecito, y como buenas personas que son, lo habían echado a la basura.
Gerso lo rescató de ahí, lo llevó a casa, se lo enseño a nuestros otros dos gatos:
La tucita se quedó pasmada y comenzó a temblar.
Maclovio le hizeó y salió corriendo
Gerso había leído que era importante hacer eso, pues si no lo miran por última vez, los otros gatos se quedan eternamente esperando el regreso, y lo lloran aún más.
Finalmente sepultó a mi pequeño, en un jardín minúsculo que está dentro de casa.

Lloré mucho. Y hoy, casi a una semana de su partida, lo extraño. Era MI gato. Un miembro de nuestra familia nuclear, era importante..... y ya  no está.

Este último párrafo lo escribí el día de su muerte en FB, cuando mis ojos estaban hinchados de llorar y mi corazón estaba seco.

"Espéranos tantito Fulito!, te haremos masaje en la pancita nuevamente, espéranos en el parque junto al arcoíris, donde hay cantidad de lagartijas y ratoncillos que perseguir. Donde no hay puertas cerradas, y hay alimento de lata a raudales. Espéranos en el cielo, mi Fulito."

Creo firmemente que en el cielo vamos a encontrar (y reconocer) a todos aquellos que amamos hoy en la tierra, y estoy aún más convencida, que nuestra familia gatuna, estará también ahí. Sólo espero que no ande haciendo muchos destrozos allá entre las nubes.

Gracias por estos 9 años mi gato hermoso. Eras un dolor de cabeza, pero eras MI dolor de cabeza y te amábamos mucho. Dejas un hueco muy grande! 
Te amamos Fulgencio. Por siempre serás nuestro primer "gathijo" 






Descansa en paz, Gordo querido......

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