La tormenta que nadie sabe si fue tormenta

Me tocó venir nuevamente a Chicago.
Gracias a papáchuchito y a Volaris tenemos un vuelo directo MiRancho-Chicago, y estamos relativamente cerca, a 4 horas de vuelo.
Así que el día de ayer, a las 5.42 de la tarde, tomé mi vuelo; normalmente me duermo apenas se empieza a mover el avión,y eso hace que sea mas corta la distancia.
Pero esta vez como que no tenia mucho sueño, así que me la pasé leyendo prácticamente todo el camino.
A muy pocos minutos de aterrizar, nos informan que las condiciones de clima en Chicago estaban muy feísimas, y que pues era necesario que nos llevaran a otro aeropuerto, en St Louis Missouri, que también está cerquita, algo así como 500 km de nuestro destino.
No había mucho que hacer. Llegamos al otro aeropuerto a las 10 de la noche, y no permitieron que bajáramos del avión, pues en teoría esperábamos que nos informaran mejora en el clima para poder regresar a Chicago.
Total que como la canción de Sabina, nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1.......
A la 1 ya la gente estaba MUY desesperada y MUY malita del caracter, ya teníamos 3 horas sentados esperando que nos dieran alguna información.
Yo la verdad no me afané y saqué mi computadora para trabajar un ratito, hasta eso me sirvió el tiempo.
A eso de las 2 am, nos dicen que definitivamente no saldremos esa noche, y que pues el vuelo se reprograma para las 11 de la mañana del día siguiente.
Para esto, yo tenía una junta a las 9 am en Goose Island, y pues nomás no lo iba a lograr.
Lo más triste del asunto, es que como el retraso y la desviación del vuelo se debían a condiciones climatológicas, pues la empresa no era responsable, y pues no podría ofrecernos nada...... Así que nos bajaron al aeropuerto.
Las mil horas en migración, junto con las horas de espera, hicieron que eso fuera un caldo de cultivo. Además que no nos dejaban salir de la  sala esta de migración, pues la  compañía tenía que darnos una solución, o al menos explicarnos como estaría la movida.
Bueno, al final no se que se movió en el corazón de los Volaros (bien ahí Volaros) tipo 2.30 nos dicen que nos van a llevar a un hotel, pero pues que teníamos que estar de regreso a lsa 8 am en el aeropuerto, y que si porfitas hacemos una fila ahí donde sale el shuttle.
Mas cansada que otra cosa, estamos todos en fila. Es impresionante la cantidad de gente que viaja de mi rancho a Chicago (101 personas nos dijo la sobrecargo). y yo nomás esperaba que me tocara la vuelta en la van que nos llevaba al hotel.
Para esto, en el avión venía un pequeñito de 4 años, ardiendo en calentura, en compañía de sus abuelos.
No tengo que explicarles como mis genes de mamá gallina explotaron todos al unísono, y en seguida me puse a gritar para que los dejaran pasar primero para ir al hotel. Y a pesar que todos dijeron "ay sisisisisi" a la mera hora cuando ese "sisisis" es tienes que ceder tu lugar y esperar un rato más para que te lleven, ahí es cuando a todo el mundo se le quita lo buena onda.
Para no hacerles el cuento largo, la van del hotel se iba a tardar una eternidad, pues decidimos pedir un Uber para que nos llevara (hablo en plural pues ya me había adueñado del pollo enfermo y sus abuelos, y los ayudaba con maletas, y con el chamaco y así).
Entre a mi habitación del hotel a las 3.30 am.....y me desperté a las 6.30 para poder llegar a la hora pactada al aeropuerto.......
El caso es que hoy estoy muerta......... por lo demás, sigo en Chicago.