Anoche tuve un sueño raro. Y traigo ese sentimiento de cuando se tiene un sueño raro.
Esa como presión en el pecho, y como ansiedad por cualquier cosa.
Soñé que íbamos a un campo de concentración,(no como los de la II WW) pero no toda mi familia, veía a mi mamá, a mi hermana menor, mi sobrina de 3 años y mi gato (si, iba mi gato, era mi sueño, que no?)
Por alguna extraña razón, yo sabía exactamente a donde íbamos, y sabía lo crueles que podrían ser nuestros captores. Por eso les pedía que cooperáramos lo que nos pidieran.
Llegamos un contingente de muchas personas, pero cada quien estaba asignado a un cuarto pequeñito, de color amarillo, con un par de camas desvencijadas, no era demasiado incómodo, pues estaba junto con mi familia.
Hasta que decidieron que Ximena (mi sobrina) no podía estar con nosotros. Yo sabía que si permitía que la separaran de nosotros, algo horrible podía pasarle. Por lo que ofrecí al soldado cualquier cosa para que la dejaran a nuestro lado.
Sentía su mirada sucia sobre mi, y el me decía que yo conocía el precio de que Ximena se quedara junto a nosotros.
No vacilé en decirle que si, y cerré los ojos. (no es difícil imaginar que pasó aquí, verdad?)…..
Pero gracias a eso permanecíamos juntas.
Rápidamente se empezó a notar la preferencia de los captores por nosotras, no nos maltrataban, teníamos comida siempre, y Ximena (y el gato) seguían junto a nosotras.
Veía como maltrataban la gente a nuestro alrededor. Pero sentía relativa tranquilidad como a nosotras nos dejaban en paz, siempre que pagase el “precio”.
Desperté sintiéndome sucia y asustada.
Incluso ahora, a pesar que no hace frío, traigo una chamarra grande, y tengo una aprehensión rara en mi corazoncito de pollo.
A ver a que hora se me pasa.
Esa como presión en el pecho, y como ansiedad por cualquier cosa.
Soñé que íbamos a un campo de concentración,(no como los de la II WW) pero no toda mi familia, veía a mi mamá, a mi hermana menor, mi sobrina de 3 años y mi gato (si, iba mi gato, era mi sueño, que no?)
Por alguna extraña razón, yo sabía exactamente a donde íbamos, y sabía lo crueles que podrían ser nuestros captores. Por eso les pedía que cooperáramos lo que nos pidieran.
Llegamos un contingente de muchas personas, pero cada quien estaba asignado a un cuarto pequeñito, de color amarillo, con un par de camas desvencijadas, no era demasiado incómodo, pues estaba junto con mi familia.
Hasta que decidieron que Ximena (mi sobrina) no podía estar con nosotros. Yo sabía que si permitía que la separaran de nosotros, algo horrible podía pasarle. Por lo que ofrecí al soldado cualquier cosa para que la dejaran a nuestro lado.
Sentía su mirada sucia sobre mi, y el me decía que yo conocía el precio de que Ximena se quedara junto a nosotros.
No vacilé en decirle que si, y cerré los ojos. (no es difícil imaginar que pasó aquí, verdad?)…..
Pero gracias a eso permanecíamos juntas.
Rápidamente se empezó a notar la preferencia de los captores por nosotras, no nos maltrataban, teníamos comida siempre, y Ximena (y el gato) seguían junto a nosotras.
Veía como maltrataban la gente a nuestro alrededor. Pero sentía relativa tranquilidad como a nosotras nos dejaban en paz, siempre que pagase el “precio”.
Desperté sintiéndome sucia y asustada.
Incluso ahora, a pesar que no hace frío, traigo una chamarra grande, y tengo una aprehensión rara en mi corazoncito de pollo.
A ver a que hora se me pasa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario