Una de las cosas por las que los blogueros escribimos es porque la www nos proporciona una máscara de anonimato.
Y es raro (muy raro, de hecho), que alguien de su nombre real, la mayoría se esconde detrás de su apodo, un pseudónimo, o incluso un alter ego. Es normal, cada quien su vida, no?
Desde el principio de mi blog, firmé todos mis escritos con mi nombre (o el diminutivo, pues, pero al fin y al cabo yo; sin embargo, de alguna manera, a pesar que publicaba fotos, anecdotas y cosas cotidianas, nunca di mi nombre real, digo, nadie se meteria a buscar "yuni en bikini", no?, mas bien si alguien quisiera rastrear, sería por medio de mi H y pulcro (ex pulcro ahora) nombre.
Hoy en mi break matutino, me dispuse a leer blogs de gente que aprecio, conozco a casi todos ellos, y de alguna manera leer sus páginas me hace sentir en contacto, no siempre hay tiempo para una llamada.
Y pues bien, resulta que alguien publicó mi nombre, completito, 2 apellidos y todo, junto a una anecdota compartida muy, muy personal.
No puedo negar que me dolió, es como el equivalente a ser exhibida públicamente (y sin ropa), especialmente porque una de las cosas que mas protege esta persona es su intimidad.
¿Porque si tanto proteges la tuya, no vacilaste en destruir la mía?
No lo entiendo, de verdad, no entiendo como si dices "apreciarme" (o más que eso), pudiste hacer algo así.
Es solo una muestra de tu infantilismo, y tu inmadurez, y un deseo de venganza por algo que solo era de dos, no de toda una red.
Creo que es la primera vez que me arrepiento de este mundo de blogs, y bitácoras, de conocer a los que se esconden detrás de un nick, y de todo esto..., ja, siquiera no llegamos a cosas mas grandes, no?
Me dijiste que me regalas también tu intimidad, que puedo hacer lo que quiera con ella, y lo que quiero es que la conserves intacta, solo eso.
Hoy, como diría el buen Julio Jaramillo, me duele el corazón con tal violencia.
Por lo demás, les dejo una foto que resume a la perfección mi día domingo.
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