Mi economía.

El dinero no me alcanza.
Como al 95% de la población mexicana, supongo, pero de verdad que no me alcanza.
Para ser crispi-grinch y no gastar (tanto) en las fiestas decembrinas de diciembre, la cuesta de enero está dura.
Y es que aparte de todo hay que aumentar predial (que levante la mano quien quería casa), tenencia y reemplacado (que levante la mano quien se aferró a todoelectricoyrinesdealuminio), la renta de la casa, gasolina (y servicio, ya le toca), el chucuchucuchucuchucu que le suena al auto y que no se que sea, pero que demanda que lo lleven al doctor, comida de los gatos (que levante la mano quien quería un segundo gato), el guardadito de TV Azteca Co, (long story que aún estoy pagando), la comodidad de que me laven la ropa (y que no me griten indeed), el apoyo a la alacena de la casa (obligatorio, si sigo comiendo de allí), la tarjeta de crédito, ps ni como...........

Necesito un aumento.... YA!!

Mi jefe anda de viaje, pero aprovecharé que ya viene la slave´s evaluation, pa decirle que se ponga la del puebla, neta que ando pobre muy pobre.

¿Que porqué me quejo?

Ah!!! porque soy pobre muy pobre, y me acabo de comprar unos tacones rosas de ante bellísimos, y me acabo de arrepentir.

Y porque no he podido ir al cine!!!!!

Snif.

Me voy a conseguir un marido rico. Y viejo. Y experto (cof cof). Y guapo. Inteligente. Y que NO sea crispi.