Siempre
el entrar a la escuela es un hito para los chicos y para las mamás.
Había
intentado llevar a Cc a una ludoteca muy cerquita de casa. Incluso estuve
actualizando un poco el blog porque según yo tenía tiempo para hacerlo.
Solo
duramos una semana. Lloraba cuando se quedaba, y la verdad es que no vi
necesidad de dejarla, pues ya habíamos acordado con su papá que iniciaría la
escuela en el mes de agosto.
Pues
bueno, el mes de agosto ya llegó. Y el ciclo escolar ya comenzó.
Mentiría
si no les dijera que soñaba con la mentada escuela prácticamente diario, y –no
voy a negarlo- siempre tenía ese miedo en mi corazón.
¿Miedo
de que?- se preguntaran ustedes.
Pues
miedo de que se sintiera sola. Incluso a veces pensé que seria superior a mi, y
previsora (cof.controladora.cof) como soy, decidí tomar cartas en el asunto,
así que visité un par de ocasiones a una psicóloga que me recomendaron.
La verdad
es que fue muy bueno el tiempo que pasé con ella, y entre otras cosas, pudimos
encontrar que ese miedo (más del normal que sienten todas las mamás), venía de
los primeros días de Cc (ya escribí de los 17 días de terror cuando nació, que
estuvimos a nada de perderla, y en algún lugar recóndito de mi cerebro, me
culpaba por ese periodo allí.
Sé –en el
plano consciente- que yo no tuve la culpa de la infección, pero dentro de mi,
en esa partecita irracional que tenemos, no cesaba de repetirme que cuando más
ella me necesitaba yo no estaba allí. Cuando sentía frío o miedo o soledad, yo
no estaba allí. Y una parte de mi cerebro sentía que TENÍA QUE impedir que ella
se volviera a sentir así. Y entrar a la escuela era volverse a sentir sola…. Abandonada.
OTRA VEZ.
Varias citas
estuvimos trabajando eso (y creo que lo tengo que seguir trabajando aún más),
pero pues el tiempo no se espera a que tu mentecita retorcida se enderece, el
sigue caminando derecho derecho derecho.
Y pues
el día llegó.
Habíamos
elegido un colegio Montessori, desde siempre he sido yo una enamorada del
método, y es aquí donde viene mi niñita.
El día
de ayer –día uno- solamente venimos media hora, me reciben al pollo pelón en la
entrada de la escuela, y se la llevan al salón (ambiente les dicen aquí) y a la
media hora me la regresan.
Creo
que no tengo que decirles que me la pasé caminando de aquí para allá y de allá
para acá. Pero se fue tranquila y regresó tranquila. Un poco cuando me vio
quiso hacer puchero pero la abrace con mucha alegría y se calmó en un instante.
El día
de hoy si llore.
Llegamos
contentas a la escuela, íbamos brincando al salón (ambiente), y me quedé a
esperarla en la oficina.
La mecánica
es un poco diferente en ésta escuela, no se si sea así en todas.
El 21
que entraron todos los monos (paréntesis aclaratorio para comentar que le digo
a cc que es un MonoApestoso -que huele a miel), los que ya habían estado en el
curso pasado (y es que en la Montessori son grupos de diferentes edades), y
luego el miércoles entró ella, y así cada día entra un niño nuevo.
Así, la
maestra (guía) se dedica full time al “nuevo” mientras la asistente controla el
grupo. (Me parece que es una excelente estrategia, así –creo- es más sencillo
adaptar a los monitos nuevos, mientras alguien más cuida a los demás (también
que los grupos son super pequeños, en el grupo de Cc son solamente 11).
Total
que ya, llegamos brincando, cuando íbamos a entrar al salón como que no quiso
soltarme, pero la guía le enseñó no se que cosa, y ya entró.
Mientras
yo esperaba, a las 9.30 llegó la mamá con su monito nuevo, salió la maestra
(Guía) por él, y aunque el chiquito se fue super tranquilo, en cuanto se dio la
vuelta la mamá soltó a llorar.
Algo pasa
cuando eres mamá que te conviertes instantáneamente en un
ser-empático-con-otras-mamás, así que lo único que pude hacer fue pararme y
abrazarla para que llorara, y yo ahí me solté a llorar también.
Y es
que la vida se pasa en un instante!!! Ayer cambiábamos pañales, anteayer sacábamos
el aire de una tripa inflada, el día anterior cuidábamos los primeros pasos….y
hoy los dejamos alzar el vuelo!!!! Si eso no los hace llorar, es que son de
piedra –o algo así.
En fin.
Este post kilométrico es solamente para decirles:
-->
MI
POLLO PELÓN YA VA A LA ESCUELA!!!!
1 comentario:
Mi infancia fue Montessori, desde casa de niños hasta taller II. No me dejó mas que cosas buenas :) Que buena selección para tu niña.
Abrazo
Publicar un comentario